Recibir una herencia no suele llegar en un buen momento.
Hay emociones. Hay prisas. Y hay miedo a meter la pata.
¿Estoy haciendo lo correcto?
¿Me voy a equivocar con los impuestos?
¿Y si acepto algo que no me conviene?
Sé que todo esto suena a lío al principio, pero no tiene por qué convertirse en una pesadilla. Con una idea clara del camino, gestionar una herencia puede ser mucho más llevadero de lo que imaginas.
Aquí tienes una guía pensada para personas normales. Sin lenguaje jurídico raro. Sin vueltas.
Primeros pasos tras un fallecimiento

1. Certificado de defunción: el punto de partida
Todo empieza aquí.
Sin este documento, no se mueve nada.
El certificado de defunción se pide en el Registro Civil y sirve para acreditar oficialmente el fallecimiento.
Lo vas a necesitar para casi todo: bancos, notaría, impuestos.
Consejo realista: pide varias copias. Siempre faltará una cuando más prisa tengas.
2. Certificado de últimas voluntades
Este papel responde a una pregunta clave:
👉 ¿Hay testamento o no?
Indica si la persona dejó testamento y ante qué notario.
Si existe, el reparto sigue lo que ahí se dejó por escrito.
Si no existe, la ley marca el orden de herederos.
Se solicita pasados 15 días hábiles desde el fallecimiento.
Testamento o declaración de herederos

Si hay testamento
El proceso suele ser más directo.
Se acude a la notaría indicada y se obtiene una copia autorizada.
Aquí ya sabes quién hereda y qué corresponde a cada uno.
Si no hay testamento
Toca declaración de herederos.
Un trámite algo más largo donde se acredita el parentesco.
Esto suele generar dudas, retrasos y, en algunos casos, tensiones familiares.
Nada raro. Pasa más de lo que se dice.
Inventario de bienes y deudas: el momento clave
Aquí llega una de las decisiones más importantes.
Una herencia no siempre es dinero y casas bonitas.
También puede traer préstamos, hipotecas o recibos olvidados.
Qué revisar con calma
- Viviendas y terrenos
- Cuentas bancarias y productos financieros
- Vehículos y objetos de valor
- Deudas pendientes
Este paso te permite ver la foto completa.
¿Y si hay más deudas que bienes?
Hay tres caminos posibles:
- Aceptar todo, con bienes y deudas
- Aceptar a beneficio de inventario, respondiendo solo con lo heredado
- Renunciar a la herencia
Sí, renunciar es una opción legal y, en algunos casos, la más sensata.
Impuesto de sucesiones y plusvalía municipal


Aquí es donde muchos se ponen nerviosos. Con razón.
Impuesto de sucesiones
Cambia según la comunidad autónoma.
El plazo habitual es de seis meses desde el fallecimiento.
Un error de cálculo puede salir caro.
Un retraso también.
Por eso el asesoramiento fiscal en herencias marca tanta diferencia.
Plusvalía municipal
Afecta a inmuebles urbanos.
La cobra el ayuntamiento y grava el aumento del valor del suelo.
No siempre se paga lo mismo.
Depende del tiempo que el inmueble haya estado en propiedad.
Aceptar o renunciar: la decisión final
Con toda la información encima de la mesa, toca decidir.
No hay respuestas universales.
Hay situaciones personales.
Aceptar una herencia sin revisar bien puede arrastrar problemas durante años.
Renunciar sin analizar también.
Aquí es donde una visión profesional aporta calma.
Cómo ayudan los seguros en una herencia

Muchas familias descubren tarde que ciertos seguros habrían evitado buena parte del estrés.
Seguro de decesos
Suele cubrir:
- Gastos funerarios
- Trámites administrativos
- Acompañamiento en momentos difíciles
Una ayuda silenciosa cuando menos energía hay.
Seguro de vida
Aporta liquidez inmediata para:
- Pagar impuestos de sucesiones
- Cubrir gastos asociados
- Proteger a la familia
También encaja dentro de una buena planificación sucesoria.
Errores habituales al gestionar una herencia
- Firmar sin entender
- Dejar pasar los plazos
- No calcular bien los impuestos
- Pensar que “ya se verá”
La mayoría no son por mala fe.
Son por desconocimiento.
Preguntas frecuentes sobre herencias
¿Cuánto cuesta gestionar una herencia?
Depende de bienes, impuestos y trámites. No hay una cifra única.
¿Se puede renunciar a una herencia después?
Una vez aceptada, no. Antes de firmar, sí.
¿Qué pasa si no pago el impuesto a tiempo?
Recargos, intereses y posibles sanciones.
¿Un seguro puede pagar los impuestos?
En muchos casos, sí. Depende de la póliza.

