Es común que mucha gente cada año diga aquello de “voy a dar una vueltecilla al coche, que ya se me acaba el todo riesgo”. La pintura del coche pierde su buen aspecto con el tiempo. Además, se acumulan rozaduras, machas…
Hay que tener claro que un seguro de coche no es un contrato de mantenimiento, y que la aseguradora sólo se hace cargo de aquellos daños que van sufriendo los vehículos a lo largo de su vida útil a causa de accidentes, vandalismo. Siempre que la compañía se hace cargo es porque hay un siniestro. En realidad esta es la norma general.
Para evitar que el asegurado utilice el seguro a todo riesgo como un contrato de manteniemiento, la aseguradora suele establecer la norma de diferenciar los partes por zonas de vehículos: frontal, trasera, lateral derecha, etc. ¿Qué significa esto? Que para poder pintar todo el coche se necesitarían 5 partes al seguro. El motivo es claro: no existe una cobertura específica que permita pintar el coche completamente. En caso de que ocurriera un siniestro cubierto en la póliza que afectase a varias zonas del coche, no daría lugar a más de un parte, si el perito lo decide así. Pero en el caso de un coche con la pintura desgastada y pequeñas ralladuras por todas partes, el tema es bien diferente.
El problema viene cuando la compañía aumenta la prima debido a la alta siniestralidad. Algunas compañías limitan el número de partes anuales y si éste se excede, repercute en la prima. Además, también es frecuente que a través de la acumulación de siniestros se aplique una política bonus-malus que repercutirá en el precio de la prima, tanto en la compañía actual, como en compañías futuras. Ésto es así porque existe un fichero compartido entre las entidades aseguradoras que les informan de la siniestralidad de los últimos 5 años. Dicho fichero es consultado antes de ofrecerle una prima para su seguro cuando quiere cambiarse de compañía.
Existen compañías que ofrecen la cobertura específica para pintar el coche. Pero no hay que dejarse llevar por los cantos de sirena y es recomendable pararse a pensar si realmente merece la pena contratar el conjunto de coberturas que ofrecen. Pongamos, por ejemplo, que le ofrecen dicho seguro con la condición de que sea a todo riesgo sin franquicia y durante una serie de años no emita ningún parte de siniestro. En esta situación cabría preguntarse ¿realmente habrá sido rentable en el momento en el que pueda pintar su coche por primera vez?
Nuestro consejo, como siempre, es que se deje asesorar por profesionales expertos en el sector que sean independientes de las compañías de seguros.